La tecnología puede cambiar nuestras costumbres.
Una de ellas es la de echar dinero en una máquina y obtener algo a cambio. Hay máquinas expendedoras de mil tipos de objetos, bebidas, tabaco, juguetes, recargas de móviles, helados, preservativos, bocadillos… faltaba la máquina expendedora de dinero. A cambio solo necesitas depositar en la ranura correspondiente latas y botellas que serán reciclados. Con dinero en el bolsillo y la conciencia ecológica tranquila, la vida te sonríe.
En ciudades como Berlín (Alemania) cadenas de supermecados ofrecen a sus clientes máquinas donde pueden intercambiar botellas de plásticos por tickets que pueden canjear por dinero en las cajas de dichos supermecados.
Hace siete años que Alemania introdujo este sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) y hoy este país ha alcanzado una tasa de recuperación de estos envases del 98,5%.
Al introducir la lata o la botella en alguna de las tres máquinas del supermercado, un sensor identifica el tipo de envase y comprueba que pertenece al sistema alemán de depósito. Si es así, puede ser un recipiente de un solo uso (que ahora hay que reciclar) o de múltiples usos (que habrá que lavar y reutilizar). En el primer caso, al comprarlo el consumidor tuvo que dejar un depósito de 25 céntimos de euro que ahora le será devuelto. La máquina se traga el envase vacío, compacta el material en su interior e imprime un recibo con el reembolso para el cliente. Si se trata de un envase para reutilizar, el montante del depósito es distinto y la botella pasa a un cuarto contiguo donde se va juntando en cajas con otras del mismo tipo.
En Alemania se recuperan al año unos 16.000 millones de envases: un 80% de ellos son tragados por estas máquinas en supermercados y el 20% restante se recolecta de forma manual en pequeños comercios. Todos los establecimientos están obligados a recoger lo que venden.
La propuesta de Retorna para España es que se ponga, de momento, un depósito de 0,25 euros para los envases de refrescos, agua, cerveza y cerveza de un solo uso y que el resto de los envases -o embalajes- se sigan tirando al contenedor amarillo o a los iglúes verdes (el vidrio). Como explica la representante de Deutshe Umwelthilfe, esto mismo se comenzó a hacer en Alemania en 2003. “Los dos sistemas se juntaron y ahora el sistema de punto verde es mucho más eficiente”.
En España, la mayor parte de los envases (salvo los de vidrio) se deben tirar en el contenedor amarillo, haciéndose cargo de ellos la empresa gestora Ecoembes, que recibe dinero de los fabricantes para su reciclaje (por el llamado punto verde).
Una de ellas es la de echar dinero en una máquina y obtener algo a cambio. Hay máquinas expendedoras de mil tipos de objetos, bebidas, tabaco, juguetes, recargas de móviles, helados, preservativos, bocadillos… faltaba la máquina expendedora de dinero. A cambio solo necesitas depositar en la ranura correspondiente latas y botellas que serán reciclados. Con dinero en el bolsillo y la conciencia ecológica tranquila, la vida te sonríe.
En ciudades como Berlín (Alemania) cadenas de supermecados ofrecen a sus clientes máquinas donde pueden intercambiar botellas de plásticos por tickets que pueden canjear por dinero en las cajas de dichos supermecados.
Hace siete años que Alemania introdujo este sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) y hoy este país ha alcanzado una tasa de recuperación de estos envases del 98,5%.
Al introducir la lata o la botella en alguna de las tres máquinas del supermercado, un sensor identifica el tipo de envase y comprueba que pertenece al sistema alemán de depósito. Si es así, puede ser un recipiente de un solo uso (que ahora hay que reciclar) o de múltiples usos (que habrá que lavar y reutilizar). En el primer caso, al comprarlo el consumidor tuvo que dejar un depósito de 25 céntimos de euro que ahora le será devuelto. La máquina se traga el envase vacío, compacta el material en su interior e imprime un recibo con el reembolso para el cliente. Si se trata de un envase para reutilizar, el montante del depósito es distinto y la botella pasa a un cuarto contiguo donde se va juntando en cajas con otras del mismo tipo.
En Alemania se recuperan al año unos 16.000 millones de envases: un 80% de ellos son tragados por estas máquinas en supermercados y el 20% restante se recolecta de forma manual en pequeños comercios. Todos los establecimientos están obligados a recoger lo que venden.
La propuesta de Retorna para España es que se ponga, de momento, un depósito de 0,25 euros para los envases de refrescos, agua, cerveza y cerveza de un solo uso y que el resto de los envases -o embalajes- se sigan tirando al contenedor amarillo o a los iglúes verdes (el vidrio). Como explica la representante de Deutshe Umwelthilfe, esto mismo se comenzó a hacer en Alemania en 2003. “Los dos sistemas se juntaron y ahora el sistema de punto verde es mucho más eficiente”.
En España, la mayor parte de los envases (salvo los de vidrio) se deben tirar en el contenedor amarillo, haciéndose cargo de ellos la empresa gestora Ecoembes, que recibe dinero de los fabricantes para su reciclaje (por el llamado punto verde).